Salsa de tomate

Estoy tratando penosamente de redactar esta entrada usando la tablet de mi hija y la netbook de mi sobrino, ya que a mi compu se le dio por romperse en el momento más oportuno. En, fin, lo prometido es deuda.

Yo hago dos tipos de salsa de tomate: una para las pizzas, y otra para hacer tuco. La única diferencia es que a la salsa para tuco le agrego zanahorias ralladas.
 Compré tomates perita, no demasiado maduros.
Lo bueno es que en la zona donde vivimos podemos comprarlos directamente a los productores, recién cosechados.

Los lavamos, los sumergimos un par de minutos en agua hirviendo, y los sacamos apenas estalla la piel. Esto facilita mucho el pelarlos.

 Una vez pelados, los  cortamos a la mitad y les sacamos las semillas (si queda alguna no pasa nada, simplemente es para que no tengan tanto líquido.)

 Los procesamos, aunque también pueden triturarse a mano.

Cada familia tiene su forma de hacer la salsa. Nosotros adoptamos la receta de mi suegra. Así que la cocinamos antes de envasarla. En una olla ponemos cebolla picada ,los tomates triturados, una cucharada de azúcar para neutralizar la acidez, orégano, sal, un toque de pimienta, y ají molido.

No puedo darles precisiones sobre la cantidad de condimentos. Yo lo hago "a ojo de buen cubero".' Vayan probando.

Cuando está cocinado, tarda unos veinte minutos aproximadamente, lo retiramos del fuego y lo envasamos en frascos de medio kilo, que se pueden esterilizar previamente hirviéndolos  diez minutos en agua. Después los le ponemos una capa muy delgada de aceite por encima, para evitar que el aire los eche a perder, y los tapamos con  el mismo tipo de tapas que usamos con los duraznos del post anterior. Pueden pasarle un algodón embebido en alcohol para matar posibles gérmenes.

  Tapamos bien y los acomodamos en una olla, los cubrimos con agua caliente, porque la salsa también lo está y no queremos cambios bruscos de temperatura, y contamos media hora desde que rompe el hervor.

Se pueden dejar enfriar en la olla si no quieren correr riesgos de quemarse al sacarlos.

Como decía al comienzo, hacemos una especie de tuco, le ponemos varias zanahorias ralladas muy finas, y así lo único que se agrega en el momento de usar es carne o pollo, eso nos ahorra tiempo en la cocina.

Usamos el típico frasco de mermelada para la salsa, porque es la cantidad habitual para una comida, no queda un sobrante dando vueltas varios días en la heladera, y la boca ancha permite vaciarlo con facilidad.

Las etiquetas son otro modelo de las diseñadas por Cathe  Holden, en el post anterior encontrarán el enlace para descargarlas.

Uffff...ya está. Voy a devolver la netbook y a rogar porque mi computadora vuelva lo antes posible!!!!!!